Will Eisner

"Will Eisner " es un nombre que siempre personificará lo mejor del medio del cómic, como creador y como persona. La carrera de Eisner abarcó ocho décadas, durante las cuales fue pionero no sólo en la industria del cómic, sino también en la creación de novelas gráficas.

Imagen de The Spirit dibujando un retrato
2012 Will Eisner Studios, Inc.

Cuando Eisner acudió por primera vez a la Comic-Con como invitado en 1975, era más conocido por haber sido el creador de "The Spirit", una tira cómica que aparecía en un suplemento dominical de los periódicos durante los años cuarenta y principios de los cincuenta. En las historias de siete páginas que aparecían cada semana, experimentó con una serie de técnicas narrativas que influyeron enormemente en los creadores de cómics posteriores. Eisner dibujó la portada envolvente del Souvenir Book de ese año y recibió un Inkpot Award. Los aficionados al cómic también le conocían por haber dirigido una de las primeras "tiendas" que producían cómics de todo tipo, desde superhéroes a westerns, pasando por cómics selváticos, para varias editoriales durante la Edad de Oro del cómic. A su taller se debe la creación de Sheena, Dollman y Blackhawk, entre otros personajes.

En la década de 1950, Eisner fundó la American Visuals Corporation, una empresa de arte comercial dedicada a crear cómics, dibujos animados e ilustraciones con fines educativos y comerciales. Eisner resucitó a Joe Dope, un soldado torpe que había creado durante la Segunda Guerra Mundial, para PS Magazine, una publicación que produjo para el ejército estadounidense durante más de 20 años.

En la década de 1970, los aficionados al cómic redescubrieron The Spirit, y la obra de Eisner se reimprimió en formato de revista. En 1978 dio un giro radical a su carrera y publicó su primer libro de historietas, Un contrato con Dios, al que se atribuye la popularización del término "novela gráfica". Le siguieron varias obras en la década de 1980, entre las que destaca The Dreamer (1986), una descripción autobiográfica apenas velada de sus primeros días en la industria del cómic.

Will Eisner en 1976
Will Eisner en 1976

En 1988 prestó su nombre a los Premios Will Eisner de la Industria del Cómic porque creía firmemente que debía prestarse más atención a la gran variedad de obras de alta calidad que se producían en su amado medio. Will también creía que los minoristas que hacían un esfuerzo especial por promocionar y vender esas obras y por hacer avanzar el medio del cómic debían tener su propio premio, y por eso propuso el Premio Will Eisner al Espíritu del Minorista de Cómics en 1993. El propio Will ganó algunos premios en la Comic-Con. En 1994 recibió el Premio Humanitario Bob Clampett, y a lo largo de los años fue nominado a 12 Premios Eisner y ganó 5 de ellos (dos por colecciones Spirit de archivo, dos por novelas gráficas originales y uno por su libro de no ficción Graphic Storytelling).

Will Eisner con su Premio Eisner, a la Mejor Colección/Proyecto de Archivo, por The Spirit Archives, vols. 1 y 2 en 2001. Foto de Tom Deleon © 2012 SDCC
Will Eisner con su Premio Eisner, a la Mejor Colección/Proyecto de Archivo, por The Spirit Archives, vols. 1 y 2 en 2001. Foto de Tom Deleon © 2012 SDCC

En la Comic-Con, Eisner siempre era fácilmente accesible tanto para los aficionados como para los profesionales. En sus mesas redondas se podía contar con él para ofrecer información histórica sobre los cómics, consejos básicos para crear cómics y opiniones sobre la dirección de la industria. Se sentía cómodo hablando de todo, desde el panorama internacional del cómic hasta el cómic alternativo e independiente. Siempre estaba al tanto de lo que ocurría en ámbitos empresariales como la distribución y la edición, y nunca dudaba en dar consejos a los aspirantes a dibujantes. Ya fuera firmando autógrafos en un stand, paseando por el Salón de Exposiciones o en una fiesta del sector, dedicaba tiempo a todo el que quería hablar con él, y trataba a todos con respeto.

Will Eisner murió el 3 de enero de 2005, apenas dos meses antes de cumplir 88 años. Pero su legado sigue vivo en la Comic-Con, tanto en los premios entregados en su nombre como en los miles de profesionales y aficionados que tuvieron la oportunidad de aprender de él.